SOBRE EL CUBRIMIENTO DEL SECUESTRO Y EL ASESINATO DE LUIS SANTIAGO LOZANO

Es una gran tragedia lo ocurrido a la familia Lozano. Tal acontecimiento tiene la capacidad de asombrar a quien se entere, pero es inaudita la forma en que los medios de comunicación abordaron la noticia.
Fue casi la única noticia en el país durante varios días, no significa que no se debiera difundir este hecho, sino que fue evidente la intención sensacionalista de tocar la sensibilidad de los televidentes, debería buscarse crear conciencia sobre los riesgos que están sufriendo los niños en nuestra sociedad; de nada sirve tener episodios de indignación frente a estos casos, para que en pocos días sean asunto olvidado.
Si quisieran los medios de comunicación cambiar la realidad, harían una crítica seria a los contenidos altamente violentos de los seriados transmitidos en los canales nacionales, hablarían del notorio descuido en la asistencia social del gobierno y vigilarían la pertinencia de los contenidos sensuales y sexuales en la programación.
A la pantalla fueron retornando los temas de obligado tratamiento en los noticieros: las Farc, las autodefensas, el ministro de justicia, el TLC entre Colombia y los Estados Unidos, la economía mundial. De nuevo algún niño será el protagonista de un escándalo por unos días y luego todo seguirá igual.
Los medios esperemos, estén acompañando a la madre de Luis Santiago, estén ayudándole con las asesorías sicológicas, preocupándose por sus necesidades, no sólo las económicas. Es lo menos que podrían hacer por ella.